Capítulo 8:

El proceso de desarrollo nacional en el Río de la Plata


Cap. 8:

8.0. Introducción

8.1. El proceso de formación nacional

        8.1. 1. Hasta 1861: lucha entre federales y unitarios

8.2. La República Argentina

8.3. Argentina de 1880 a 1930

        8.3.1. La inmigración

        8.3.2. El desarrollo de la economía agroexportadora

        8.3.3. Nuevas ideologías

8.4. Vocabulario

8.5. Ejercicios

8.6. Bibliografía

 

8.0. Introducción

En el proceso de desarrollo nacional en el Río de la Plata y más concretamente en Argentina una vez declarada la independencia de España se plantearían problemas referentes a la ocupación real del territorio, dificultada por la enorme extensión y la escasa población. Argentina, con una extensión de 3.761.274 km2 cuenta actualmente con una población de 33.101.000 habitantes, pero, tras la Independencia, disponía de una escasa población (menos de medio millón de habitantes). Esta población era escasa para ocupar de una manera efectiva ese inmenso territorio. A lo largo del siglo XIX se llevaría a cabo un proceso de ocupación con cambios en la frontera de ocupación del territorio.

Otro problema grave en el proceso de desarrollo nacional fue en el plano político el enfrentamiento de intereses económicos dispares y mentalidades diferentes que muchas veces serían el origen de guerras civiles. Al igual que en México, durante el siglo XIX, los intereses regionales se cristalizaron rápidamente en el caudillismo, que planteó graves problemas para la unidad nacional.

Aunque el virreinato de la Plata fue de creación tardía, y no de tanta importancia para el Imperio como los virreinatos de Nueva España y Perú, en el siglo XIX, Argentina, se convertiría en un núcleo importante de exportación de materias primas agropecuarias. A partir de 1820 se produjo un desarrollo de las actividades agrícolas y ganaderas en la provincia de Buenos Aires, impulsado por la conquista de tierras a los indios (campaña de Martín Rodríguez en 1824) y leyes referentes a la propiedad como la ley de Enfiteusis (1822). En 1824 Gran Bretaña reconoció las Provincias Unidas y firmó un Tratado de Amistad, Navegación y Comercio por el que Las Provincias Unidas y Gran Bretaña se daban mutuamente prioridad en cuestiones de comercio y residencia. Las relaciones comerciales con gran Bretaña se irían intensificando a partir de la presidencia de Rivadavia (1826-27).

Buenos Aires había sido durante la colonia un centro urbano y portuario importante. Las élites porteñas estaban interesadas en exportar sus productos y a la vez controlar el comercio de importación a través del puerto de Buenos Aires. Pronto chocarían con los intereses económicos de los caudillos de las provincias del interior. Se enfrentan, de este modo, los unitarios del puerto de Buenos Aires con los federales de las provincias del interior en una serie de guerras que dificultan el proceso de unidad nacional. Las tensiones entre Buenos Aires y las provincias del interior se agudizarán tras la publicación de la Constitución de 1826, que era claramente unitaria. Pronto estallaría la guerra entre federales y unitarios.

Podemos distinguir en este dificultoso proceso de unidad nacional varias etapas:

 

 

8.1. El proceso de formación nacional

8.1. 1. Hasta 1861: lucha entre federales y unitarios

El 9 de julio de 1816 tiene lugar en Tucumán la declaración de independencia de las Provincias Unidas de América del Sur y es nombrado presidente Juan M. Pueyrredón. En 1819 se publica una constitución unitaria, defendida por los porteños de Buenos Aires y que establecía que el poder nacional se centraba en Buenos Aires. A esto se oponen los federales de las provincias del interior. J. Rondeau sustituye en 1819 como presidente a Pueyrredón. Pero, en 1820, una coalición de fuerzas de las provincias de Santa Fé, Entre Ríos y Corrientes le derrota, disolviendo el Congreso y derogando la Constitución unitaria de 1819. En 1826 el Congreso aprueba una nueva Constitución de las Provincias Unidas, que pasan a llamarse, del Río de la Plata y elige a Bernardino Rivadavia como presidente. La nueva constitución es de carácter unitario. En ella se reconocía la autonomía de las provincias, sin emabrgo, y como señala David Rock:

Contenía varios rasgos claramente unitarios que inmediatamente disgustaron a los federalistas: daba al poder ejecutivo un mandato de nueve años y numerosas prerrogativas personales, entre ellas el poder de nombrar y destituir gobernadores provinciales. Proponía instalar el gobierno en Buenos Aires: la ciudad iba a ser separada de su provincia circundante y convertida en una jurisdicción federal. Las provincias disolverían sus milicias; abolirían los aranceles locales, los impuestos de tránsito y la emisión de sellos; y cederían tierras al gobierno nacional a cambio de la cancelación de deudas provinciales, tierras que quedarían bajo la Ley de Enfiteusis.

Los federales del interior reaccionan contra la Constitución unitaria y contra el presidente Rivadavia al que acusaron de anticlerical y de dar el monopolio de los bancos a los británicos. En este enfrentamiento participan tambien los ganaderos de Buenos Aires, que se oponían a que la ciudad de Buenos Aires se separara de la provincia y consideraban que en esto había un plan secreto de las élites porteñas para controlar el poder político y económico. Cuando estalla la crisis económica, que afecta al comercio internacional en ese año, hace que las provincias de Córdoba, La Rioja, Catamarca y Santiago del Estero reaccionen contra la Constitución unitaria. Contaban las provincias del interior con caudillos que dirigirían la lucha, como Bustos, Juan "Facundo" Quiroga e Ibarra.

Estalla una guerra civil entre unitarios y federalistas que lleva a la separación del país en dos: las antiguas Provincias Unidas se convierten en la Confederación del Río de la Plata, o la Confederación Argentina. Manuel Dorrego, sucesor de Rivadavia, se titula gobernador de Buenos Aires, en vez de presidente y deroga la discutida Constitución. No valdría de mucho; Dorrego sería fusilado en 1828 en Córdoba tras ser apresado por Lavalle que dirigía tropas que habían luchado en la Banda Oriental. Lavalle fue, a su vez, derrotado en 1829, por el general Juan Manuel de Rosas, al mando de un improvisado ejército de peones de estancias y gauchos. Rosas se nombra gobernador de Buenos Aires obteniendo poderes enormes y convirtiéndose casi en un dictador. En las provincias del interior, José María Paz derroca al caudillo federalista Bustos y rechaza, al otro caudillo federalista, Quiroga. De esta manera, y como señala David Rock, : "Buenos Aires, hasta entonces el bastión del centralismo unitario, fue gobernado por un federal, y el interior federal fue dominado por el unitario Paz".

Juan Manuel de Rosas, prototipo de caudillo, gobernará en Buenos Aires hasta 1852 e irá extendiendo su poder al derrotar a José Maria Paz con la ayuda de Estanislao Lopez. Sobre Rosas hay diferentes opiniones, Sarmiento y los liberales lo vieron como la "encarnación de la barbarie", pero, para David Rock es el prototipo de caudillo federal, autócrata conservador, dedicado al engrandecimiento de su provincia y de sus ganaderos y saladeristas. Rosas representó primero el ascenso de sectores ganaderos que se habían desarrollado desde 1810.

Las guerras civiles entre unitarios y fedralistas durarían cuatro años y terminarían con el triunfo de los federalistas. En 1832 termina el primer mandato de Rosas, pero inicia un segundo mandato como gobernador de Buenos Aires en 1835. Rosas, utilizando la policía la mazorca detiene a sus enemigos. Su influencia fuera de Buenos Aires sería mayor en esta nueva etapa. Rosas se opuso a las pretensiones económicas de los comerciantes franceses en Buenos Aires y tuvo que soportar un bloqueo francés. Posteriormente estallaría una nueva guerra civil.

En 1852 tiene lugar la batalla de Caseros en la que Rosas es derrotado y tiene que exiliarse. Rosas falleció en el exilio en 1877. El vencedor de Caseros es Urquiza quien toma el poder y prevee (Acuerdo de San Nicolás) la elaboración de una nueva constitución a la que se oponen una serie de personas que organizan el Partido Liberal. Urquiza, por último, es nombrado presidente de la Confederación Argentina (1854-60). Ante este hecho, Buenos Aires declara en 1857 la guerra a la Confederación Argentina. Dos años más tarde, Bartolomé Mitre, al mando del ejército de Buenos Aires, acata la constitución de 1853. En 1861 se enfrentan las fuerzas mitristas y Urquiza y se llega a la búsqueda de la unidad nacional.

En 1862 representantes de todas las provincias eligen presidente a Bartolomé Mitre de lo que se llama la República Argentina. Mitre sería presidente hasta 1868.

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Recuerda algunos de los hechos fundamentales de esos años:

 

 

8.2. La República Argentina

A partir de 1862 tiene lugar la unidad argentina, y comienza la historia de la República Argentina.

En 1862 un colegio electoral de todas las provincias elige presidente a Mitre (1862-1868). Éste, junto con sus sucesores Sarmiento y Avellaneda, llevará a la práctica el programa de Alberdi : "gobernar es poblar", y "poblar" es "educar, mejorar, civilizar, enriquecer y engrandecer espontánea y rápidamente".

Se inicia la modernización del país. Estos años se caracterizan por el federalismo, el liberalismo y también por el inicio de la inmigración, además del desarrolló de las comunicaciones, correos y telégrafos. Se organiza el sistema de Justicia y se inicia un programa de escolarización con creación de escuelas. Se expidió la ley de Aduana (1863). Mitre tuvo que enfrentarse a varias revueltas regionales.

Entre 1865-70 se desarrolla la Guerra de la Triple Alianza contra Paraguay. Se llama de la Triple Alianza porque se aliaron Brasil, Uruguay y Argentina contra Paraguay. Paraguay perdió esta guerra y gran parte de su población masculina. Económicamente el país quedó deshecho.

A partir de 1870 el desarrrollo del comercio internacional llevará a Argentina a convertirse en un centro de operaciones de inversiones de capital, especialmente de Gran Bretaña. En 1869 se realiza el primer censo de población que arroja una cifra de un 1.730.000 habitantes.

Sarmiento, presidente de 1868 a 1874, llevará a cabo una política de escolarización. Cuando Sarmiento llegó a la presidencia, solamente un 21% de los argentinos sabían leer. Él aumentó el número de escuelas. Sin embargo, el eurocentrismo es notorio en su ideología. Para Sarmiento lo europeo es lo deseable, el modelo a imitar, es la civilización. El pasado argentino del caudillismo, de Rosas, encarna la barbarie, lo contario al desarrollo. Estas ideas las deja plasmadas en su obra Facundo. Civilización o Barbarie.

Sarmiento formó junto con Esteban Echeverría, Juan Bautista Alberdi y otros más la llamada generación de intelectuales de 1837, que tendrían un papel muy importante en la formación del nuevo nacionalismo argentino.

Avellaneda fue presidente de 1874 a 1880. Llevó a cabo la campaña del desierto (1879/80) dirigida por Juán A. Roca, para ampliar la frontera y ocupar realmente los territorios al sur. Hubo un masacre indígena.

Además hubo un desarrollo de una política de inmigración para obetener mano de obra.

 

8.3. Argentina de 1880 a 1930

Según Floria el año de 1880 es un año contradictorio como hito en el proceso histórico político argentino: "en 1880 se consolida la organización del Estado con la designación de Buenos Aires como capital de la República; pero el proceso organizativo comenzó antes: en 1853 si ponemos nuestra mira en la sanción de la Constitución nacional; (...) en 1862 si consideramos el momento de la unificación definitiva de la nación".

A partir de 1880 Argentina entra en un nuevo período de su historia caracterizado por la consolidación del triunfo liberal, el desarrollo económico y la construcción del Estado nacional. Además, durante estos años surgieron nuevas ideologías que apoyaban los ideales de las clases trabajadoras (socialismo y anarquismo) y de las clases medias (radicalismo). A partir de 1880 nace la Argentina moderna, la ganadería lanar se extiende, la lana servía para exportarla a Inglaterra y Francia, otros productos de exportación derivados del ganado vacuno fueron el cuero y las carnes. Las estancias se cercan con alambradas y los estancieros se agruparon para defender sus intereses en la llamada Sociedad Rural.

El desarrollo del comercio produjo gran riqueza en Argentina, pero en gran parte en manos de la oligarquía. Esta oligarquía apoyaba los gobiernos liberales. El liberalismo argentino del último tercio del siglo XIX es liberal en lo económico y conservador en lo político. Esta oligarquía era depositaria de unas ideas eurocentristas, racistas y conservadoras en el sentido más negativo de la palabra.

La alienación del trabajador y la desilusion de no enriquecerse se paliaba muchas veces con el consumo de alcohol. Esta masa de proletarios inmigrantes sería caldo de cultivo del anarquismo. La organización y las publicaciones anarquistas tuvieron éxito en Argentina.

No había ni tierra ni trabajo bien pagado para todos, así que la migración campo ciudad comenzó. La vida en Buenos Aires tampoco era fácil, agrupados en casas conocidas como conventillos vivían en condiciones precarias. El triunfo del Radicalismo no mejoró mucho la situación social de las masas; las huelgas aumentaron y estalló la violencia, a la que se respondió con la represión. A partir de 1902 la Ley de Residencia permitiría expulsar en tres días a un inmigrante que ofreciera problemas, con lo que el movimiento anarquista sufriría un duro golpe.

Para la construcción del nuevo Estado-nacional era necesario una política educativa. La escuela como vía de la ideología oficial y como elemento homogenizador de la población comenzaba a funcionar. En la década de 1880 se sentaron las bases de una escuela gratuita, obligatoria y laica, lo cual supuso un triunfo de la secularización de la sociedad argentina .

El camino del progreso será facilitado por la educación, de ahí la preocupación por la creación de escuelas.

En 1880 es nombrado presidente Roca, que es apoyado por una liga de gobernadores que acabarán constituyendo un partido político, llamado el Partido Autonomista Nacional (P.A.N). El ideal principal de este partido era el progreso de la nación, la modernización de Argentina. En 1886 a Roca le sucede Miguel Juárez Celman (1886-90) que participa del mismo ideario político. Tanto Roca como Juárez Celman veían un peligro en el partidismo y el caudillismo regional. Consideraban que para evitar este peligro debían adoptar medidas que no eran democráticas en absoluto, como el fraude electoral, la intervención del ejército, etc. Juárez Celman tuvo que enfrentar la crisis económica de 1890. No obstante, durante su presidencia se aceleró el desarrollo económico del país.

Juárez Celman llevó a cabo una política personalista. En 1890 el descrédito de la política oficial era enorme. Contra la corrupción y el fraude electoral surge un nuevo grupo político; la Unión Cívica con Leandro N. Alem como presidente de la nueva organización política (1890). La crisis de 1890-91 produjo desempleo y agitación social contra la que lucha la Unión Cívica, que pronto se escinde dando lugar a la Unión Cívica Radical (UCR).

 

 

8.3.1. La inmigración

A partir de 1860 Argentina va a experimentar una creciente demanda europea de sus productos. A diferencia de México, Argentina no había experimentado durante la Colonia un proceso de mestizaje físico y cultural; tampoco existía en la zona una población indígena numerosa. Esto planteó la necesidad acuciante de obtener mano de obra. La política inmigratoria estuvo influida por las ideas del darwinismo social y el modelo europeo como símbolo de la civilización.

Entre 1890 y 1914, Argentina recibió cuatro millones de extranjeros, principalmente de Italia y de España. La población tendió a concentrarse en núcleos urbanos, especialmente Buenos Aires. Alberdi había dicho que gobernar es poblar. Argentina estaba casi despoblada, y en las márgenes de Buenos Aires comenzaba el desierto. Era necesario repoblar el territorio nacional y atraer una población inmigrante. La inmigración se convirtió en un objetivo primordial del régimen liberal-conservador. Entre 1880-1910 ingresaron en Argentina más de tres millones de habitantes, de los cuales un 80 % eran italianos y españoles.

La población urbana, especialmente de Buenos Aires, aumentó durante estos años. El hecho de que se trajera población europea se debe a la mentalidad racista de estos políticos que consideraban a los blancos europeos más civilizados y superiores. Todo lo que tuviera que ver con lo negro o lo indio se borró del imaginario nacional. La idea de que a los indios "no los doma nadie" y los prejuicios de carácter racista que había contra los mismos llevaron a la campaña de exterminio conocida como la Campaña del Desierto (1879-1880). La tierra "rescatada" a los indios proporcionó nuevas tierras para "la civilización".

Los inmigrantes que llegaron a Argentina a mediados del siglo XIX recibieron tierra (833 has) de la que se harían propietarios a los cinco años. Recibieron además vacas, pollos y cerdos.

Frente a esta masa de inmigrantes, a la la que se llamó el aluvión, una élite u oligarquía controlaba la vida política y económica del país. Unas 400 familias habían controlado desde mediados del siglo XIX la vida política y económica de Argentina. Su capital provenía de la explotación agrícola y ganadera y del comercio marítimo.

 

 

8.3.2. El desarrollo de la economía agroexportadora

Argentina, como otros países latinoamericanos, orientó su economía en el último tercio del siglo XIX, a la exportación de productos agrícolas y ganaderos que tenían gran demanda en el exterior. A esto se llama economía agroexportadora y para ello fue necesaria la especialización en determinados cultivos (monocultivos) y en el desarrollo de los transportes. Esto último fue posible con los adelantos en el sistema de navegación marítima y la construcción del ferrocarril. Otro desarrollo técnico, el de los barcos frigoríficos, permitió el envío de carne enfriada y congelada a Europa, algo que reportó enormes beneficios para Argentina y para Inglaterra. Este último país se convirtió en el socio comercial de Argentina, en una situación muy favorable. Los estancieros necesitaron capitales que tomaron prestados de la Banca inglesa y la deuda pronto llegó a alcanzar casi cien millones de dólares actuales. Las economías agroexportadoras, como era el caso de Argentina, estaban muy afectadas por las coyunturas del comercio internacional; las crisis económicas podían afectar gravemente a la situación laboral de los trabajadores. En esta situación, la huelga como arma combativa era empleada para conseguir sus peticiones laborales.

 

 

8.3.3. Nuevas ideologías

Durante esos años se desarrollaron en Argentina nuevas corrientes políticas e ideológicas que darían lugar a partidos con amplio protagonismo en la vida política argentina del siglo XX, como la Unión Cívica Radical (UCR) basada en la ideología del radicalismo.

El Radicalismo es para Alain Touraine un populismo con un programa humanista, y que buscaba conseguir una ética política, para acabar con la corrupción, los personalismos y el fraude en la vida política argentina. El radicalismo se había iniciado en Argentina en 1890, destacándose las figuras de Alem y su sobrino Yrigoyen.

Por esos años los rasgos nacionales eran difíciles todavía de definir en la Argentina. Había un enfrentamiento entre la imagen de la Argentina rural y la Argentina cosmopolita de Buenos Aires, que parcelada en barrios, plural y anónima lleva al individuo a la soledad compartida, a la melancolía y la nostalgia (plasmada en el tango).

El radicalismo fue apoyado por los sectores medios urbanos. Estos representaban, en 1869, el 14% de la población activa, mientras que en 1914 suponían el 41% de la población activa. Este apoyo de los sectores medios permitió a Yrigoyen triunfar sobre la élite argentina conocida como la oligarquía, (aunque al principio, ésta veía con buenos ojos el radicalismo). La oligarquía era liberal, pero de un liberalismo conservador y europeista. El radicalismo era, como el antiguo liberalismo conservador, europeista, pero a diferencia de este último, el radicalismo era más moderno que el liberalismo tradicional, ampliando la base de participación política, reformando la universidad, y elaborando una legislación laboral. Sin embargo, amplios sectores, los sectores populares, quedaban fuera de los repartos del desarrollo económico del país en estos años, y el descontento estallaría en huelgas y violencia.

En el último tercio del siglo XIX se extiende por América Latina el neocolonialismo que en su fase más agresiva recibirá el nombre de imperialismo económico. En los países latinoamericanos las élites políticas cooperaron a esta expansión neocolonial, facilitando la presencia del capital extranjero en sus respectivos países. Esto no solamente se hacía por motivos egoístas de clase, sino también porque las élites latinoamericanas admiraban las sociedades desarrolladas europeas a las que trataban de imitar, considerándolas civilizadas y desarrolladas. Se extienden además por estos años las ideas del positivismo y del evolucionismo social darwinista. La historia se ve como una línea ascendente y rectilínea de Progreso, en la que sólo los grupos más dotados y desarrollados ascienden. La cultura con C mayúscula es la cultura basada en modelos canónicos de origen europeo y lo "americano" que no se ajusta a este corsé se desprecia: indios, negros, y demás marginados, constituyen la masa vergonzante que las élites tratan de olvidar refugiándose en sus lecturas y modelos europeos.

Pero a la vez que se dan estas circunstancias se produce un cambio profundo. Intelectuales como José Marti o Rubén Darío, desde el campo del modernismo, claman por una identidad latinoamericana necesaria para defenderse del "gigante" del Norte, es decir los EEUU, símbolo del imperialismo. En el campo político surge la reacción del populismo, según Alain Touraine, el populismo surge en los países latinoamericanos con una modernización importada, como una reacción y un deseo de afirmación de la identidad nacional. "El populismo es un intento de control antielitista del cambio social".

En la primera mitad del siglo XX se desarrollaron en Argentina las dos grandes corrientes políticas de este siglo que darían lugar a partidos con amplio protagonismo en la vida argentina: el radicalismo y el peronismo. El radicalismo, cuya figura central a principios de siglo fue Hipólito Yrigoyen, surge como un populismo con un programa humanista y cuya clave fue la ética política, es decir un intento de acabar con la corrupción, los personalismos y el fraude en la vida política.

 

 

8.4. Vocabulario

Educación laica: educación escolar en la que no se imparten clases de religión y no se tienen rituales religiosos.

Cercar: rodear una propiedad con muros, alambradas, setos, de tal manera que queda cerrada al paso.

Peón / peón de campo: trabajador del campo, jornalero.

Estancia: latifundio en Argentina.

Barcos refrigerados / barcos frigoríficos: Barcos que podían transportar carne enfriada o congelada.

Carne enfriada: carne conservada entre 0 grados y 4 grados centígrados.

Carne congelada: carne conservada bajo 0 grados centigrados.

 

 

8.5. Ejercicios

1.  ¿Por qué dijoAlberdi: gobernar es poblar?

2. ¿Qué eran las economías agroexportadoras?¿ Qué desventajas tenían estas economías?

3. Sí Argentina era uno de los países más ricos del mundo a principios del siglo XX ¿por qué había tanto malestar social?

4. ¿Por qué fue tan importante la política escolar para los liberales argentinos?

5. ¿Por qué surge el populismo en América Latina según Alain Touraine?

6.  ¿Quiénes apoyaron el radicalismo?

7. ¿Por qué la inmigración argentina era de origen europeo y no latinoamericano?

8. ¿Por qué se dice que en 1930 comienza la restauración conservadora?

9. Menciona un ejemplo o dos de la secularización de la sociedad argentina.

10. ¿Por qué hubo enfrentamientos entre la iglesia católica y los políticos liberales en Argentina en el último tercio del siglo XIX?

11. Decimos que la llamada generación de 1862 en Argentina era eurocentrista. ¿Qué quiere decir esto y qué repercusiones tuvo para Argentina?

12. ¿Cómo concebía la oligarquía argentina la modernización del país?

13. ¿Cuál era la tesis fundamental del radicalismo (la causa contra el régimen)?

 

 

8.6. Bibliografía

Rock, David (1988): Argentina 1516-1987. Desde la colonización española hasta Raul Alfonsín. . Madrid: Alianza América Alian Editorial.

Alberdi, Juan Bautista (1914): Bases y puntos de partida para la organización nacional, Buenos Aires.

Floria, Carlos A. y Garcia Belsunce (1988): Historia política de la Argentina contemporánea 1880-1983. Madrid: Alianza Universidad.

Toraine, Alain (1989): Política y sociedad en América Latina. Política y sociedad. Madrid: Espasa Calpe.

 

 

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